En febrero de 1865 el General Robert E. Lee contemplaba desolado las trincheras de Petersburg.…
En 1989 en Belgrado todo parecía posible y todo se iba a arreglar. La felicidad…
Un 20 de enero de 1961 un anciano Robert Frost subía al estrado para leer…
Hace exactamente cien años, el 11 de noviembre de 1918 a las 11:00 entraba en…
Estaba avergonzado de mi vida y ahora dedicaba todo mi tiempo libre y mi dinero…
Las imágenes evocadas son fascinantes. No es una mera descripción, es toda una experiencia sensitiva que nos permite oír, oler y tocar el paisaje. No es un paisaje como mero lugar, es un paisaje según lo vivido y lo meditado por el caminante que lo ha recorrido.
Nadie quería hablar demasiado del tema, sabiendo que Mama Karasjok fue la excepción a la regla y que decenas de noruegos trabajaron como guardias en el campo y fueron a veces más brutales que los nazis, como queriendo demostrar algo a sus amos.
«Una mujer de Srebrenica se ahorcó en el bosque junto al campo de refugiados en el que se encontraba». Pasarían semanas hasta que supiéramos toda la dimensión del horror desatado en aquella ciudad.
Era necesario enviar cascos azules a las zonas seguras, pero a pesar de las buenas palabras iniciales, ningún país estaba muy dispuesto a dejar tropas suyas en una zona totalmente cercada.