En el episodio anterior dejamos a Miyamoto Musashi convertido en el guerrero más famoso de Japón tras derrotar a Sasaki Kojiro. No está muy claro dónde pasó Musashi los primeros años posteriores al combate, pero sabemos que se había convertido en un hombre famoso que era recibido en todas partes de buen grado.
Musashi reapareció en los registros escritos en el Asedio de Osaka de 1615, la última gran campaña Tokugawa para doblegar definitivamente a los Toyotomi. En ningún escrito se dice abiertamente para quién luchó, pero se dejan indicios de que esta vez, para no jugarse más su posición, luchó del lado Tokugawa al servicio del clan Ogasawara. El líder del clan, Ogasawara Tadazane, quedó impresionado de las habilidades y conocimientos de Musashi y le encomendó el diseño de diversos castillos y jardines del clan. Tal fue el éxito que años después el clan Honda le contrataría para diseñar las calles y algunos jardines de Himeji.
Mientras tanto, Musashi empezó a definir y poner por escrito su estilo de artes marciales para poder crear una escuela. Este primer esbozo de su estilo fue bautizado como Enmei-ruy, o Estilo de la Iluminación Perfecta. Este estilo iría evolucionando hasta convertirse en la técnica que le haría famoso, el uso de dos espadas, Niten Ichi-ryu, para inmovilizar el arma del contrincante.
Su estilo sería retado una vez más por alguien que lo había estudiado profundamente, Miyake Gunbei. Su enfrentamiento en 1621 acabaría en la derrota fulminante de Gunbei, aunque Musashi se limitó a herirle en la mejilla para después curar su herida. Había pasado la época de tener que matar o inhabilitar al rival. Musashi ya había demostrado quién era, y estos años dedicados a las artes y a conocer el budismo habían cambiado su carácter. Estaba así siguiendo el verdadero camino del guerrero, bunbu no michi, que debía incluir las artes de la guerra y las artes de la paz. A esto ayudaría que Musashi viviera la época conocida como el Renacimiento de Kyoto, en contacto con artistas como Hon’ami Koetsu y sacerdotes como Takuan Soho.
Mientras tanto, Musashi comenzó a preocuparse por preservar el nombre de la familia. Casarse y tener hijos eran cuestiones que no se podía plantear con su estilo de vida itinerante y sin señor, así que optó por el camino de la adopción. En 1619 conoció a un joven llamado Mikinosuke, con unas prometedoras grandes habilidades. Mikinosuke se convirtió bajo las enseñanzas de Musashi en un excelente guerrero y erudito y se puso al servicio de Honda Tadatoki. Por desgracia, este feliz camino se vería truncado años después, cuando en 1626 Tadatoki falleció inesperadamente. Esto abocaba a Mikinosuke al junshi, el suicidio ritual en simpatía por la muerte de su señor.
En el Bushu denraiki, la biografía más antigua de Musashi, se describe así lo ocurrido:
“Al saber de la muerte de su señor, Musashi, que estaba en Osaka, pensó: ‘Mikinosuke vendrá a visitarme. Tendremos que despedirnos en esta vida. Le organizaré un banquete’. Y así fue, Mikinosuke fue a visitarle. Musashi estaba lleno de alegría y ofreció a su hijo adoptivo un gran banquete. Tras brindar con su padre adoptivo Mikinosuke dijo: ‘tras el banquete tengo intención de ir de inmediato al castillo de Himeji’. Musashi le respondió: ‘es un orgullo que estés preparado’. “
Mikinosuke hizo lo dicho y al sexto día de la muerte de su señor llevó a cabo el junshi frente a su tumba. Tenía 23 años. Según los archivos del clan Honda, este fue su poema de despedida:
“Aunque inesperadamente
Separados ahora
Por nubes distantes,
Nuestro vínculo hace
Que sigamos el camino juntos”
Dos años antes Musashi había adoptado a otro joven llamado Iori, al que también formó con éxito. Cuando años después se ofreció a Musashi ser señor de Akashi, este ofreció a Iori en su lugar, en parte por las habilidades del joven, en parte porque Musashi seguía negándose a establecerse y tener un señor. Miyamoto Iori logró ir ascendiendo y ganar tierras, y muchos años después, en sus tierras en el Monte Tamuke construiría el Kokura Hibun, el monumento de piedra que tiene grabada la historia de Musashi.
En los constantes movimientos de señores feudales que hacían los Togukawa según cómo percibían la lealtad de los clanes, en 1632 se entregó al viejo amigo de Musashi, Ogasawara Tadazane, el feudo de Kokura. En 1634 Musashi fue a visitar a su hijo Iori y a Tadazane, y este organizó un enfrentamiento de Musashi contra su instructor, Takada Mataemon, maestro de la lanza. Tras tres asaltos, Mataemon se rindió al ver que era imposible penetrar las defensas de Musashi incluso con un arma como la lanza, que tenía una gran ventaja. Tadazane volvió a ofrecerle un cargo a Musashi y Musashi, siempre celoso de su libertad, una vez más lo rechazó y se quedó con su situación de invitado.
Así fueron pasando los años y en 1640 Musashi recibió la visita de un hombre que daría otro giro a su vida: Iwama Rokubei. Rokubei acudió a Musashi en representación de su señor, Hosokawa Tadatoshi, para invitarle a instalarse en su feudo de Kumamoto. Musashi una vez más respondió que aceptaría de buen grado siempre y cuando mantuviera un estado de invitado y se llegó a un acuerdo. Al poco de instalarse Musashi tuvo sus dos últimos combates, en los que como las otras veces se limitó a impedir el ataque del contrincante y demostrar la efectividad de su técnica.
Si algo distinguía a Tadatoshi del resto de daimyo era su alto nivel cultural y su aprecio por las artes. Esto abriría a Musashi un nuevo camino y una tercera y última vida de la que hablaremos en el siguiente episodio.
CONTINUARÁ