En 1951, un triunfante equipo de fútbol gaélico del condado de Mayo volvía de Dublín tras haber conquistado la Copa Sam Maguire al derrotar al equipo del condado de Meath. El equipo, que viajaba en la parte trasera de un camión, pasó por la ciudad de Foxford, por delante de un funeral. El equipo, demasiado eufórico, no respetó la tradición de pararse a presentar respetos al cruzarse con un funeral y el camión siguió su camino. Cuentan que entonces el sacerdote que oficiaba el funeral se giró hacia el camión y maldijo al equipo diciendo que no volverían a ganar la Copa hasta que hubieran muerto todos los miembros del equipo. Y leyenda cierta o no, así ha sido. Desde entonces Mayo ha jugado 11 finales, la más reciente en 2020, y las ha perdido todas. El último superviviente del equipo, Paddy Prendergast, falleció a los 95 años en septiembre de 2021. Veremos qué ocurre en la siguiente final a la que llegue Mayo.

En Le Tapiriste somos muy de respetar las tradiciones. Muchas veces serán supersticiones, muchas veces serán absurdas. Pero mientras no hagan mal a nadie ni coarten la libertad de nadie, ¿por qué no seguirlas? Haremos felices a quienes las consideran importantes y nos ayudarán a sentirnos parte de la comunidad que las respeta. Y así por cierto, siguiendo con Irlanda, si os miráis la receta de un pan de soda, los recetarios o los blogs os dirán que hay que hacerle dos cortes a la masa para que se hornee mejor y el pan quede mejor.

Y UNA MIERDA.

De todos es sabido que hay que hacerle una cruz al pan de soda porque mientras lo dejas enfriarse podrían venir las hadas y lanzar un hechizo sobre el pan. Así que aquí nos tenéis, haciendo pan de soda y respetando la tradición

Como decíamos, una tradición que no hace mal a nadie, respeta y hace feliz a todo el mundo. Y es que es un gran mandamiento estar feliz y contento, como afirman nuestros amigos los NaNach, los seguidores del rabbi de Breslau

Tampoco somos ingenuos. Sabemos que para que los tuyos sean felices y vivan, si eres agredido, tienes que defenderte y matar. Así que sin que sirva de precedente por referirnos a la actualidad, también queremos dedicar en esta editorial un pensamiento a un pueblo de Europa que ha tenido que tomar las armas para poder seguir siendo feliz y para poder seguir respetando y preservando sus tradiciones. Sláva Ukrayíni y seguid dándole caña a los tractores.

Escribimos esto a pocos días de una tradición muy nuestra. Disfrutadla los que la disfrutáis, respetadla los que no, y sobre todo sed felices y dad felicidad. Poco más nos queda en estos tiempos oscuros.